martes, 14 de abril de 2009

Uno.

Desearía que no existiesen orillas
Poder tragar fronteras
Hacer desaparecer límites
Anudar banderas
Mezclar besos y palabras
Hacer del hombre un sólo hombre
Y la mujer una única madre
Confundir pieles y colores
Que el horizonte sea un espacio
Donde descansan nada más
Que hermanos de esta tierra

martes, 7 de abril de 2009

A mi rubio

Cómo te extraño! cómo puede ser que te extrañe tanto, sobre todo a tus orejas...esas que prometí guardar en una cajita para siempre, pero no me dejaron, obviamente.
Y es que eran mis compañeros, vos, tus cuatro patas y esa cola...a esa sí que no le dabas descanso.
Mi compañero de kioskos a la tarde, de libros en la plaza, de noches de batucada, de caminatas citadinas.
Mi alumno en aquellas noches de café y apuntes.
Mi mudo pero atento confidente.
Y esas orejas...mi perdición...
No nos olvidemos de ese dedito perdido...pero que dejó un hueco para llenar con mimos y besos.
Extraño tus ojos, nunca voy a lograr tenerlos tan bien delineados como vos...
Voy a extrañar dormir con vos...me enseñaste a suspirar profundo y con eso a relajarme...
porque escucharte dormir, verte dormir con las patas hechas un despilfarro era simplemente un placer.
Con vos aprendí un lenguaje nuevo, lejos de las palabras y los malos entendidos,
un idioma que se habla con los ojos y con el ritmo de la voz...
Porque con los años aprendí qué hacer para ponerte conento, solo dos cosas:
Una, hablarte primero despacio y bajito...después rápido y más alto...eso te ponía feliz de contento.
Dos, hacerte cosquillas en la parte de atrás del lomo, cómo saltabas de alegria!!!
También aprendí lo que no te gustaba: que nos abracemos y te dejemos afuera...insoportable!
mi compañero....cómo te gustaba el sonido de mis llaves, eran el sonido de la diversión.
Te voy a extrañar para toda la vida, bien, sin dolor, sin tristeza...te quiero extrañar como vos me extrañarías a mi...simplemente con el corazón...